FAUSTO ANTONIO GENAO
Genao100@hotmail.com.
VILLA ALTAGRACIA.- Seis años después del paso de la tormenta Noel, que provocó la destrucción del poblado del Duey, la muerte de treinta personas, más de 50 desaparecido y el aislamiento de 39 comunidades de la región Sur por la caída de puentes y la crecida de ríos, las autoridades se hacen de la vista gorda, y han permitido el reingreso de personas a la cuenca del Negro, a poca distancia del nacimiento del río Haina.
El dolor y la desolación que consumió al poblado de Guananito que lloró sus muertos, al parecer ha sido olvidado, al permitirse que algunos de los sobrevivientes se encuentren nuevamente en el lugar.
Realizando el conuquismo de montaña, esos campesinos han vuelto al lugar de la tragedia, deforestando la zona a pesar de una disposición del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de prohibir la construcción de viviendas y el paso de personas hasta los depósitos de abastecimiento de agua de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo.
La sequía que afecta al país, ha mermado considerablemente el cauce del río Haina, producto de la deforestación, el dragado de extracción de materiales de su lecho y márgenes, el vertido de elementos tóxicos, aguas residuales, y otros elementos contaminantes, como los plásticos y los desechos de aceites.
A consecuencia del bajo nivel de agua, se siente una profunda escasez en diversos sectores de aquí, Pueblo Nuevo, Colina 1,2,3,4, San Francisco, V Centenario, El Silencio, barrio Duarte y la parte alta de la población, cuyos moradores pierden el tiempo tratando de abastecerse a como de lugar de un galón de agua.
De forma silenciosa, los sobrevivientes de la tragedia, que ocasionó decenas de muertes y cuyo número hasta la fecha se desconoce, han ido penetrando al lugar desde donde fueron sacados y se desconoce el número exacto de los nuevos inquilinos, que con el alegato de hacer conucos se encuentran en el área.
A solo 40 minutos de Santo Domingo, en esta población, pasó la tormenta Noel, pero con una fuerza que en 40 años ningún otro fenómeno atmosférico había mostrado, de acuerdo a versiones hechas por personas que perdieron casas, hijos y todas sus siembras de plátano y naranja.
Las tormentas Noel y Olga, el 28 de octubre y el 11 del mes de diciembre, respectivamente, fueron los fenómenos que más afectaron al país.
Noel alcanzó vientos sostenidos de casi 64 kilómetros por hora con una velocidad menor a los 97 kilómetros por hora.
73 personas murieron, 43 los desaparecidos, 64,096 personas fueron evacuadas y 1,526 rescatadas.
La tormenta Olga dejó 14 muertos en la República Dominicana, 34,480 personas damnificadas y daños en 6,896 casas. Además de 76 poblados incomunicados. La provincia más afectada fue Santiago, por el desfogue inusitado de la Presa de Taveras por parte de las autoridades del Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos (INDHRI).
No hay comentarios:
Publicar un comentario