Aún están frescas en las mentes de los villaltagracianos las gráficas macabras de una joven y bella mujer, cuyo cuerpo fue sometido a la más cruel tortura para finalmente ser ahorcada en su propia cama y muy cerca de sus dos hijos.
Se trata del abominable asesinado de Leonora Martínez Frías (Evelin), cuyos criminales penetraron el interior de su vivienda aparentemente con su consentimiento, lo que abre la posibilidad de estar ante gente de su entera confianza.
La policía ha practicado numerosos apresamiento desde el momento en que se conoció el horrendo crimen, sin embargo el ministerio público solo presentó como principal sospechoso al profesor Junior Darío Reyes Díaz, quien poseía el celular de la víctima, y supuestamente habría mentido a fiscales y policías sobre la forma en que lo adquirió.
El magistrado Manolo Reyes Navarro pidió al Juzgado de la Instrucción del Distrito Judicial de Villa Altagracia prisión preventiva, solicitud que fue acogida por lo que el profesor fue encerrado en la cárcel de Najayo por mentir y posiblemente estar ocultando evidencias que podrían conducir a solución de este espelusnante homicidio.
Anque la policía había apresado el mismo día que se descubrió el crimen a Kelvin Pérez, padre del niño más pequeño de Evelin, este fue descartado como sospechoso luego de ser sometido a profundas investigaciones realizadas por el ministerio público y la policía científica así como por el departamento de investigaciones criminales, todos los detenidos incluyendo dos nacionales haitianos fueron puestos en libertad excluyendo al profesor Junior Darío Reyes Díaz quien está preso en Najayo bajo medida de coerción.
El cadáver de Evelin presentaba inocultables huellas de tortur, pues le sacaron todos los dientes, destrozaron su craneo, apuñalaron su espalda, mutilaron su bello cuerpo a golpes, la violaron anal y vaginalmente con un objeto que pudo ser un palo o pedazo de hierro y finalmente la ahorcaron dejando su cuerpo atado de pies y manos semi desnudo en un charco de sangre.
La crueldad de este asesinato aterrador demanda todo el empeño de las autoridades y la colaboración de la sociedad para descubrir a los que se apandillaron para cometer este diabólico hecho que mantiene a la familia villaltagaciana llena de consternación.
Rumores insistentes se refieren a la supuesta acumulación de riquezas de la occisa y un posible ajuste de cuentas por parte de alguien que habría utilizado sicarios para perpetrar este crimen por encargo.
No faltan quienes se refieran al caso como algo pasional y económico, pero lo único real es el crimen brutal en contra de una mujer a la que todos conocíamos como muy trabajadora y disciplinada.
Corresponde a las autoridades del ministerio público establecer la realidad sobre una posible cuenta bancaria por varios millones de pesos, la posesión de apartamentos en Villa Altagracia y Santo Domingo entre otros supuestos bienes de la joven mujer.
Finalmente Kelvin Pérez, hablando para el Observador como padre del niño más pequeño procreado por él y Evelin pidió que las investigaciones se profundicen y se eleven al más alto nivel para que los que hicieron ese daño reciban todo el peso de la ley.
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