Los Villaltagracianos continúan sometidos a la más cruel tortura que implica la nefasta combinación del desempleo, falta de agua potable, apagones, deficiencia en los servicios de salud y una aguda inseguridad ciudadana, expresada en robos, atracos, droga y violencia.
Este cuadro dramático parece no importarle a las autoridades y las llamadas instituciones y organizaciones representativas, pues nadie toma una iniciativa creíble y coherente dirigida a resolver por lo menos uno de estos agobiantes problemas.
A pesar de haber tenido empresas como el Ingenio Catarey, FRUDOCA, INDUSPAPEL y una Zona Franca en crecimiento, hoy Villa Altagracia tiene una de las mas altas tazas de desempleo debido a que todas estas fuentes de trabajo han sido cerradas, solo existe en este territorio el Consocio Cítricos Dominicanos perteneciente al Grupo Corporativo Rica. Debido a la falta de plazas para emplear personas en Villa Altagracia se ha incrementado los robos, la venta y consumo de droga y el pandillismo, teniendo como protagonistas a jóvenes y adolescentes de manera especial.
Este pueblo parece no tener dolientes, toda vez que a los niveles delincuenciales se agregan los interminables apagones que facilitan la delincuencia nocturna, la falta de agua potable a pesar de tener varios acueductos y decenas de ríos y la cada día peor calidad en los servicios de salud.
Todo esto genera miseria y crea las bases para un clima de protestas que está a punto de estallar en los barrios de este municipio perteneciente a la provincia San Cristóbal.
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