Desde que asumió la procuraduría fiscal del Distrito Judicial de Villa Altagracia el magistrado Juan Medina Sánchez, el diablo parece haberse apoderado de esa institución, toda vez que simultáneamente comenzaron a difundirse denuncias silenciosas en el sentido de que el titular del ministerio publico en esta demarcación territorial estaría implicado en graves hechos de corrupción en la provincia Semana, lugar de donde fue trasladado a este Municipio.
Tanto la implicación de Medina en la presunta desaparición de unos 17 mil dólares que habrían pagado unos viajeros ilegales como otras acciones delictivas atribuidas tanto por el fiscal poche como por el diputado peledeista Manuel Díaz han puesto la situación de la procuraduría fiscal de Villa Altagracia AL ROJO VIVO, creando una guerra sin cuartel entre los dos fiscales.
El magistrado Isidro Poche López había denunciado una trama por parte del titular Medina, incluso denuncio temor por su vida, atribuyendo al jefe de los fiscales en Villa Altagracia una trama para matarlo y así eliminar las evidencias que el posee sobre sus presuntas acciones inmorales y delictivas entre las que cita apadrinar a supuestos ladrones y personas ligadas al narco, supuestos sicarios, pandillas entre otras cosas.
La situación alcanzo ayer tarde su máxima temperatura, cuando el magistrado Medina acompañado de varios oficiales de la policía electrónica que opera en el palacio de la institución intercepto al magistrado poche, y a punta de pistola lo despojaron de su celular y revisaron sus bolsillos y el interior de su automóvil, en busca de unos 45 mil pesos que según poche, el mismo Medina había mandado a darle como soborno para que ponga en libertad a un reconocido cuatrero preso en la cárcel de najayo
Walan Santana fue la persona que presuntamente por instrucciones de Medina debía entregar los 45 mil pesos del soborno a Poche, a lo que poche se había negado aceptar, pero como se trataba de una trama para alegadamente poder cancelar y encarcelar al fiscal, Walan insistía para que el plan se concretice.
Según admitió Medina, desde hacia tiempo se le daba seguimiento satelital tanto a poche como a Walan, sin embargo al momento de ser abordado poche no tenia nada comprometedor encima, afirmación acreditada por los oficiales de la policía electrónica actuante en el caso.
Poche fue interceptado en la calle Luperon, donde se produjo un espectáculo deprimente debido a la desconsideración y humillación a que fue sometido el funcionario, quien debió semidesnudarse para que no le coloque encima nada que lo implique en acciones ilegales. Pero gracias a Dios no hay nada que lo comprometa. Hubo disparos, caos y terror en el aparataje, donde llego la policía de Villa, pero al final todos se dirigieron al cuartel y allí llegaron dos asistentes del procurador general de la República Francisco
Domínguez Brito y el magistrado Francisco Mejía Jiménez representando la procuraduría fiscal de la corte de apelación de San Cristóbal para dar inicio a una investigación que permita establecer responsabilidades en este escándalo sin precedentes en Villa Altagracia.
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