Desde que el Consejo superior policial resolutó para asignar la dirección del Departamento de la policía en Villa Altagracia al Comando del Cibao Central, se está produciendo esta practica, la cual fue rechazada por la Federación de Juntas de vecinos y otras organizaciones barriales.
Los dirigentes comunitarios califican de abusiva esta situación, por lo que apelaron a la sensatez del jefe de la Policía Nacional y al Presidente de la República a los fines de que se descontinúe la misma, por ser dañosa a la comunidad.
Precisan que los 438 kilometros cuadrados que ocupa el suelo villaltagraciano tiene una población de unos cien mil habitantes, mientras que el número de agentes policiales a penas llega a 45, lo que plantea una desprotección que aprovechan los delincuentes para convertir esta ciudad en "tierra de nadie" imponiendo sus propias reglas.
Cada día aumenta el número de robos y atracos así como la venta y consumo de droga, la cual se realiza casi libremente en puntos diseminados en todas partes, subrayan los dirigentes comunitarios.

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