
Tanto en nuestro municipio, como en Santo Domingo y todo el territorio nacional las autoridades han realizado amplios operativos de fumigación, clorificación y orientación para evitar la expansión de la enfermedad, sin embargo la misma se extiende como si viajara en el aire.
Medicos, enfermeras, maestros, directores de escuelas y colegios, estudiantes, comerciantes, funcionarios, periodistas, fiscales, jueces y gente común han sido presa del Chikungunya, sin que hasta ahora la guerra en contra del mosquito supuestamente transmisor haya tenido resultado.
Nunca antes se había llevado a cabo en República Dominicana una guerra tan acentuada contra un insecto, sin embargo la chikungunya avanza, causando estragos y pánico en una población que no cree en la transmisión por parte del mosquito aedes aegypti.
En el caso de Villa Altagracia, todos los días vemos llenos de pacientes con el virus tanto a los hospitales de seguro social, maternidad, Cemela y otros centros privados.

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